“La educación debe correr a la velocidad de la transición energética”: Gelca Gutiérrez, rectora de Areandina Valledupar 

La transición energética en el Caribe necesita una respuesta más ágil desde la academia. 
“La educación debe correr a la velocidad de la transición energética”: Gelca Gutiérrez, rectora de Areandina Valledupar.

En un contexto donde el Caribe colombiano se perfila como una de las regiones clave para el desarrollo energético del país, la educación superior enfrenta el enorme reto de formar, a tiempo y con pertinencia, el talento humano que requiere esta transición. Así lo plantea Gelca Gutiérrez, rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina en Valledupar, quien ha sido una voz constante en los espacios de diálogo entre academia, sector productivo y sociedad civil que impulsa Caribe Potencia Energética

“El sistema de educación superior en Colombia se está rigiendo todavía con la Ley 30 de 1992. Imagínate qué tan paquidérmicos podríamos ser para responder de manera oportuna a las necesidades del mercado laboral”, señaló Gutiérrez durante el podcast Visión Caribe: Energía Con Propósito. Para la rectora, uno de los principales desafíos está en la rigidez normativa: crear un nuevo programa académico puede tardar al menos dos años, un plazo que contrasta con la velocidad del cambio tecnológico en sectores como el mineroenergético

Desde Areandina, la respuesta ha sido múltiple: actualización curricular, inclusión de líneas de profundización en sostenibilidad, digitalización y energías renovables, fortalecimiento de la investigación e impulso a la educación continua. Gutiérrez es clara en señalar que “no se trata solo de inventar nuevos programas académicos, sino de transformar desde las carreras tradicionales. Ingenierías, Administración, Comunicación o Psicología también deben adaptarse a los nuevos retos del territorio”. 

Uno de esos retos es la brecha entre la oferta educativa y las demandas reales del sector energético. “Hay una desconexión parcial entre la academia y lo que el mercado necesita”, advierte. Por eso, insiste en la importancia de fortalecer el diálogo entre universidades y empresas, así como en explorar modelos de formación más flexibles, como las certificaciones laborales modulares o la formación dual, que combine teoría con práctica en entornos reales. 

Gutiérrez también hizo un llamado a mirar más allá de la formación técnica. “El tejido social también necesita fortalecerse. En territorios como La Guajira o el Cesar es urgente trabajar en ejercicios colectivos que les permitan visionar su futuro de forma participativa”, dijo. En este sentido, destacó el valor de las habilidades transversales —pensamiento crítico, trabajo interdisciplinario, resolución de problemas— como indispensables para navegar la transición energética. 

Finalmente, dejó una reflexión clave: el futuro energético del Caribe no solo depende de la infraestructura, sino de las personas. “Nos soñamos con un Cesar que combine carbón, gas, energía eólica y solar. Pero ¿qué estamos haciendo desde el sector educativo para formar a quienes liderarán ese proceso?”. 

Con esta visión, Gelca Gutiérrez reafirma su compromiso con una educación pertinente, ágil y profundamente arraigada en las necesidades del territorio. Y lanza un mensaje claro: si el conocimiento crece de manera exponencial, la formación debe avanzar al mismo ritmo. Porque la transición energética no espera