Proyectos Offshore en el Caribe: inversiones, impacto y desafíos energéticos

Con recursos significativos de gas natural y un enorme potencial para la energía eólica marina, esta zona se ha convertido en el epicentro de importantes estrategias que buscan fortalecer la seguridad energética del país.
Proyectos Offshore Caribe colombiano | Foto: ECOPETROL

La región Caribe de Colombia se ha consolidado como un epicentro para la exploración y producción de proyectos offshore, con múltiples iniciativas de este tipo en desarrollo que buscan fortalecer la autosuficiencia energética. La importancia de estos proyectos radica en el potencial gasífero del territorio. Se estima que la región posee un potencial de 12.000 millones de barriles de petróleo equivalentes, lo que podría atraer inversiones significativas.

Así mismo, se proyecta que los proyectos offshore en el Caribe requerirán inversiones superiores a los 170 millones de dólares, con el objetivo de aprovechar un potencial de hasta 30 teravatios en el mar Caribe.

Sin embargo, estos proyectos requieren rigurosos procesos de licenciamiento ambiental para garantizar su sostenibilidad. De acuerdo con la Agencia Nacional de Licencias Ambientales, para aprobar estos proyectos, deben tenerse en cuenta los medios físicos, (oceanografía, geología, geomorfología, etc.), bióticos (comunidades de fondo, comunidades de columna de agua, comunidades estructurantes, pastos marinos, arrecifes de coral, manglares, corales de profundidad, etc.) y social (comunidades de pescadores, comunidades costeras, comunidades afrocolombianas, comunidades indígenas, etc.)

Cerca de 17 licencias ambientales han sido otorgadas para proyectos costa afuera, cada uno de los cuales tiene sus características particulares en temas de distancia de la costa, profundidad de la columna de agua, presencia de ecosistemas de importancia, desarrollo de actividades económicas como pesca artesanal o industrial, presencia de comunidades étnicas, entre otras.

Siguiendo los objetivos nacionales sobre la transición energética, se han establecido desde la Subdirección de Instrumentos, Permisos y Trámites Ambientales de la ANLA en conjunto con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, sistemas de monitoreo de las emisiones de este tipo de proyectos, con el fin de fortalecer el conocimiento de esta temática en las zonas marinas.

Ecopetrol lidera varios de estos proyectos en el Caribe colombiano, como Sirius, Gorgon-Glaucus y Orca. Actualmente, se encuentran en fases de evaluación y delimitación para determinar su potencial y futura producción.

Además de los desafíos ambientales, la suspensión de estos proyectos también ha sido consecuencia de, según lo explica la comunidad del territorio, malas prácticas en cuanto a consultas previas, etc.

«Dentro de los propósitos se incluye que los grupos de valor deben participar de manera activa en dicho proceso, para lo cual, el solicitante de la licencia ambiental debe implementar metodologías que faciliten dicha participación y garanticen a las comunidades el acceso oportuno a la información», señala la ANLA.

Colombia ha recibido interés de nueve empresas, tanto nacionales como internacionales, para desarrollar proyectos de energía eólica marina en los departamentos de Atlántico, Bolívar, el sur de Magdalena y el norte de Sucre, presentando documentos de acreditación ante la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) como parte de la primera etapa de habilitación para la ‘Ronda de energía eólica costa afuera’.

Según el presidente de la ANH, Orlando Velandia, el objetivo de esta ronda es asignar áreas marítimas donde se podrán instalar entre 1.000 y 3.000 megavatios de capacidad eólica, con el fin de presentar ofertas para este primer semestre de 2025.

Por su parte, Carlos Sarabia, gerente de K-Yena, empresa encargada del alumbrado público de Barranquilla, aseguró en entrevista con Caribe Potencia Energética, que la capital del Atlántico ha trabajado en el desarrollo de la infraestructura para producir estos proyectos offshore. Esto gracias a la velocidad de los vientos de la región, de entre 9 y 11 metros por segundo. 

A pesar de los avances, es crucial que el desarrollo de proyectos offshore en el Caribe colombiano se realice de manera sostenible, garantizando la protección de los ecosistemas marinos y costeros, y asegurando la participación y el bienestar de las comunidades locales. Solo así se podrá aprovechar el potencial energético de la región sin comprometer su riqueza natural y cultural.