Desarrollar proyectos energéticos en el Caribe colombiano no es siempre una tarea sencilla. Aunque esta región tiene gran potencial para generar energía, también enfrenta desafíos importantes, especialmente en lo social y lo ambiental.
Precisamente en esas materias, empresas como AES Colombia y agremiaciones como ANDEG apuestan por la implementación de estrategias que además de promover la confiabilidad y sostenibilidad del sistema eléctrico, integren a las comunidades locales y respeten el entorno.
ANDEG, por ejemplo, trabaja para construir un entorno regulatorio estable que fomente inversiones clave en la región; mientras que AES Colombia lidera el proyecto Jemeiwaa Ka´I, el clúster eólico más grande del país, que promete ser un reflejo del compromiso del sector energético con la transformación sostenible del territorio.
“Venimos trabajando desde hace más de 15 años en la región, construyendo relaciones desde el largo plazo con las comunidades aledañas al proyecto, donde la confianza es la base que nos permite lograr que este se construya y sea ejemplo de cómo llevar a cabo propósitos donde lo ambiental, lo social y lo económico están de manera armónica, permitiendo un verdadero desarrollo”, explicó al respecto Federico Echavarría, gerente general de AES en el país.
Por otra parte, Alejandro Castañeda, presidente ejecutivo de ANDEG, destacó que el cargo por confiabilidad ha sido fundamental para garantizar que Colombia cuente con un sistema eléctrico seguro y estable.
Gracias a este esquema, se han sumado más de 13.000 MW al sistema eléctrico nacional, lo que equivale al 63 % de toda la capacidad instalada del país en 2024. Esto no solo ha asegurado un suministro confiable de energía, sino que también ha liberado más de USD 18 mil millones en recursos públicos para invertir en otras áreas clave.
“Un ejemplo de cómo este esquema impulsa la innovación es Termocandelaria, una planta que ahora genera el doble de energía con la misma cantidad de combustible, reduciendo significativamente las emisiones de gases contaminantes”, destacó Castañeda.
Superar retos ambientales y logísticos

El desarrollo e implementación de proyectos energéticos en una región compleja como La Guajira acarrea diversos desafíos que, añade Echavarría, AES Colombia está enfrentando con el diseño e implementación tres estrategias clave para enfrentarlos.
La primera de ellas, asegura, “es cumplir cabalmente con todas las exigencias ambientales que las autoridades nos han impuesto para evitar procesos y demostrar que estamos cumpliendo con todo lo que exige la normativa”.
En segundo lugar, la empresa mantiene una comunicación activa y óptima con las entidades regulatorias para anticiparse a posibles afectaciones y agilizar procesos. Finalmente, “contamos con el talento propio y de contratistas que conocen profundamente los procesos de licenciamiento, lo que nos permite aplicar los más altos estándares en dichos procesos”.
Por su parte, desde ANDEG señalan que enfrentan dichos retos trabajado en colaboración con la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) y la Mesa de Alto Nivel del Sector Eléctrico (MANE), para destrabar proyectos estratégicos del sector y garantizar un avance eficiente en los trámites ambientales.
Impacto social: un compromiso de largo plazo

En materia de integración de las comunidades locales, AES trabaja en estrecha colaboración con el pueblo Wayúu, buscando entender y respetar sus necesidades y prioridades.
En palabras de Echavarría, “hemos incorporado el desarrollo de asociaciones de electrificación rural, saneamiento, agua potable y proyectos productivos en un modelo que permita que las comunidades tengan energía 24 horas al día”. Prueba de ello es La Ruta del Agua, programa que entrega más de 960.000 litros de agua potable al mes.
ANDEG, por su parte, le apuesta a la contribución con inversión social y ambiental, que en 2023 dejó saldos positivos para el Caribe colombiano:
- Más de 56 mil millones de pesos en transferencias del sector eléctrico.
- Más de 581 mil millones de pesos en impuestos.
- Más de 2.300 millones de pesos destinados a programas sociales en educación, salud y bienestar, beneficiando a más de 15.000 personas.
- Siembra de más de 2.000 árboles como parte de estrategias de gestión ambiental y biodiversidad.
Alianzas estratégicas: clave para el éxito
Por último, ambas entidades destacan la firma de alianzas interinstitucionales como un movimiento clave para garantizar el desarrollo eficiente de proyectos energéticos.
Desde AES Colombia explican que han establecido alianzas con gobiernos locales, organizaciones sociales y fundaciones para garantizar el éxito de sus proyectos. “Algunas de estas son con La Mesa Más La Guajira de la ANDI, fortaleciendo la presencia empresarial en la región; y con la Cámara de Comercio de Riohacha para la empleabilidad”, comenta Echavarría.
Mientras que ANDEG trabaja de la mano con organizaciones como Fenalcarbón, el Servicio Geológico Colombiano y ALIADAS, una alianza intergremial que fortalece la institucionalidad y la seguridad jurídica del sector empresarial. Localmente, colabora con entidades como ProBarranquilla y Fundesarrollo para generar empleo y promover la educación como herramienta transformadora en las comunidades.
Con estos esfuerzos, tanto la empresa como la agremiación buscan demostrar que el desarrollo energético no solo debe centrarse en la generación, sino también en el impacto positivo para las comunidades locales y el país.