En el marco de la apuesta del actual Gobierno nacional por redoblar esfuerzos en materia de transición energética en Colombia, Frank Pearl, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), asegura que es necesario mantener un enfoque balanceado en la diversificación de la matriz en el sector.
Según el líder gremial, garantizar la seguridad energética implica reconocer el papel indispensable de los hidrocarburos mientras se integran gradualmente las energías renovables.
“El petróleo, el gas y sus derivados representan el 61% del consumo final de energía en Colombia, mientras que la energía eléctrica constituye solo el 16%. En zonas apartadas, estos combustibles son esenciales para garantizar el acceso a la energía”, señaló Pearl, destacando que los primeros son vitales para la generación eléctrica, el transporte y el desarrollo industrial.
Complementariedad energética: un enfoque no excluyente
Para Pearl, la transición energética no debe tomarse como un abandono de las energías convencionales, sino como un proceso de integración.
“Las fuentes tradicionales y renovables no son excluyentes, sino complementarias. Mientras que el petróleo y el gas están disponibles cuando se demandan a precios de mercado, las fuentes renovables, como el sol y el viento, dependen de condiciones climáticas específicas, lo que genera intermitencia en el suministro”, explicó.
Las irregularidades y las limitaciones actuales en infraestructura, como la capacidad de transmisión de energía renovable, representan desafíos que deben ser abordados para garantizar el suministro energético confiable y asequible en todo el país. Según el experto, duplicar la capacidad de generación eléctrica sin una expansión adecuada de las redes de transmisión sería inviable.
Contribución de los hidrocarburos al desarrollo
Más allá de su papel energético, Pearl destacó la importancia económica de los hidrocarburos. En 2023, el sector representó el 21% de los ingresos corrientes de la Nación, aportando $81 billones para financiar programas sociales e infraestructura. “Los hidrocarburos son motores de progreso en las regiones productoras, generando empleo e ingresos que benefician a miles de colombianos”, añadió.
Asimismo, mencionó los esfuerzos de la industria por reducir su impacto ambiental mediante tecnologías de captura y almacenamiento de carbono (CCUS), reforestación y prácticas operativas más eficientes.
Un llamado a la colaboración
Con todo, el presidente de la ACP concluyó con un llamado a adoptar una estrategia clara que promueva la inversión en exploración de hidrocarburos mientras se fomenta el desarrollo de energías renovables. “Para que se dé la transición energética a la colombiana, se requiere sinergia entre todas las fuentes de energía, asegurando un sistema robusto y confiable que permita avanzar hacia un futuro sostenible, pero sin comprometer el presente”.