Crisis energética en Colombia: ¿Estamos preparados para el inminente déficit de 2027?

Si las tendencias actuales persisten, Colombia podría enfrentar un déficit de gas significativo en los próximos años.

El sector energético colombiano atraviesa una situación crítica que pone en riesgo la sostenibilidad del sistema eléctrico en el corto y mediano plazo.

La creciente dependencia de importaciones de gas, la fragilidad de la matriz energética ante fenómenos climáticos extremos, el déficit financiero con las comercializadoras y los retrasos en la entrada en operación de nuevos proyectos de generación han creado incertidumbre sobre la capacidad del país para satisfacer la demanda futura de energía.

¿Dependemos de las importaciones de gas?

Colombia ha experimentado un aumento significativo en las importaciones de gas natural. En 2024, las compras al exterior pasaron de representar el 7,5% del consumo en 2023 al 20%, debido a una menor generación hidráulica que obligó a compensar con generación térmica. 

Según datos de Analdex, las importaciones crecieron más de 117% en 2024, alcanzando los US$870,5 millones, lo que representa un aumento del 163,5% en términos de toneladas métricas. 

Este gas importado, que proviene principalmente de Estados Unidos y Trinidad y Tobago, es utilizado no solo para plantas térmicas, sino también para suplir la demanda residencial, comercial e industrial.

Sin embargo, esta dependencia de fuentes externas plantea desafíos significativos. El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, ha reconocido que, si no se incorporan nuevas reservas, el país enfrentará faltantes crecientes de gas, alcanzando hasta 500 GBTUD (Giga BTU por día) en 2025.

Además, las reservas actuales de gas natural en Colombia solo alcanzarían para seis años, lo que genera preocupación sobre la sostenibilidad a largo plazo del suministro.

La realidad innegable es que el sector energético colombiano enfrenta una grave crisis financiera que pone en riesgo la estabilidad del servicio eléctrico en el país.

Según la Asociación Colombiana de Distribuidores de Energía Eléctrica, ASOCODIS, la deuda acumulada del sector asciende a $7,4 billones, cifra que ha aumentado debido a la falta de pagos por parte del Gobierno y deudas de entidades oficiales.

De este monto, $2,8 billones corresponden a subsidios no pagados, $3,1 billones a la opción tarifaria aplicada durante la pandemia y $1,2 billones a deudas de entidades públicas como colegios, acueductos y hospitales.

Obstáculos en la transición energética: desafíos para los proyectos de energía eólica y solar en Colombia

El desarrollo de proyectos de energía renovable en Colombia enfrenta una serie de desafíos que dificultan su avance y ponen en riesgo los objetivos de transición energética del país. Según la Asociación de Energías Renovables (SER Colombia), tres factores principales están frenando el progreso de las iniciativas eólicas y solares:

• Dificultades en las consultas previas con comunidades indígenas: En regiones como La Guajira, la identificación y consulta con comunidades indígenas ha generado retrasos significativos.

La presencia de múltiples comunidades en un mismo territorio y la falta de representación adecuada han prolongado estos procesos, afectando la viabilidad de los proyectos.

• Retrasos en la obtención de permisos ambientales y técnicos: La tramitología es otro obstáculo importante. En promedio, la obtención de permisos, licencias y otros trámites puede demorar entre tres y seis años, lo que representa aproximadamente el 70% del tiempo total de ejecución de un proyecto.

Estas demoras se deben a la ausencia de tiempos normativos claros, el incumplimiento de los términos de ley y la falta de articulación entre las entidades involucradas, especialmente las Corporaciones Autónomas Regionales (CAR). 

• Problemas para conectarse a la red eléctrica: La infraestructura de transmisión eléctrica en el país no ha avanzado al mismo ritmo que los proyectos renovables. La falta de puntos de conexión adecuados y la necesidad de modernizar el Sistema Interconectado Nacional dificultan la integración de la energía generada por fuentes renovables. 

Colombia se encuentra en una encrucijada energética quepara ser solucionada requiere decisiones estructurales inmediatas para garantizar un suministro confiable y sostenible de energía.

Según expertos en el sector energético, la creciente dependencia de fuentes costosas como el gas importado, sumada a un déficit financiero en el sector y la falta de avances en proyectos clave, amenaza con profundizar la brecha entre oferta y demanda.

Es esencial diversificar las fuentes de energía, aumentar la inversión en infraestructura y promover la eficiencia energética para garantizar un suministro confiable y sostenible de energía en el país. De lo contrario, Colombia podría enfrentar una crisis energética que afectaría su desarrollo económico y bienestar social.