El pasado 6 de noviembre, la bancada del Caribe se reunió para abordar el potencial, la transición y la seguridad energética de esta región clave en Colombia. En la reunión, miembros de los sectores público y privado, en el contexto de la iniciativa Alianza Caribe Potencia Energética, pactaron un plan conjunto para aprovechar los recursos naturales del Caribe y mitigar la crisis energética que impacta a millones de personas.
De acuerdo con el senador Efraín Cepeda, líder del Congreso, esta región posee entre el 60% y el 70% del potencial de producción de energías renovables. No obstante, hasta el momento, este potencial no se ha aprovechado plenamente.
“Utilizar esa sinergia en donde sectores públicos, privados, gobernadores y alcaldes nos unamos en un solo propósito en el Caribe colombiano. Tenemos un 60%, 70% de potencial de generación de energías limpias de Colombia”, aseguró Cepeda.
Por su parte, la Alianza Caribe Potencia Energética se ha transformado en el enlace para que congresistas, gobiernos locales y empresas privadas y públicas unan esfuerzos en un solo objetivo: impulsar los proyectos energéticos de la región. Este convenio tiene como meta promover la realización de proyectos que puedan convertir al Caribe en un foco de producción de energía verde para la nación.
Sin embargo, aunque existe un gran interés en desarrollar el sector de energías renovables, la bancada del Caribe destacó algunos obstáculos que todavía impiden el progreso de estos procesos. Cepeda señaló, por ejemplo, los desafíos que algunos proyectos de energía eólica en La Guajira enfrentan debido a demoras en la adquisición de licencias ambientales.
Según el senador, estos retrasos están obstaculizando el comienzo de proyectos con una capacidad proyectada de 2.200 megavatios, necesarios para cubrir la creciente demanda de energía.
“No puedo entender, ni la bancada del Caribe, cómo un proyecto de energías limpias se puede estancar por una licencia ambiental”, afirmó Cepeda, advirtiendo que, de no tomar acciones inmediatas, el país podría enfrentar una situación crítica para finales de 2025.
Ante estos desafíos, la alianza ratificó su dedicación a la seguridad energética de la región, subrayando que el uso del potencial energético del Caribe no solo favorecerá a los departamentos locales, sino que robustecerá el sistema energético nacional. Los líderes congregados confían en que este trabajo conjunto sea el estímulo que el Caribe requiere para establecerse como la principal fuente de energía verde de Colombia.
En definitiva, con el apoyo de la Alianza Caribe Potencia Energética y la cooperación de los sectores público y privado, la región está iniciando el camino para establecerse como un referente de desarrollo sostenible y satisfacer las demandas energéticas de la nación.