El Caribe colombiano recibe la radiación solar suficiente para albergar el 80% del potencial de energía solar y eólica del país, lo que la posiciona como un territorio ideal para la construcción de proyectos de energía fotovoltaica. Aprovechar esta riqueza solar podría reducir la dependencia de los combustibles fósiles y garantizar un buen suministro energético en zonas donde el acceso a la electricidad es limitado o costoso.
La Guajira se ha convertido en el foco de varios proyectos de energía eólica en Colombia gracias a sus vientos constantes, que alcanzan velocidades medias de los 10,59 metros por segundo a 100 metros de altura en algunas zonas. Gracias a esta velocidad, este territorio es una de las opciones óptimas para la instalación de aerogeneradores que produzcan energía a una escala que podría llegar a los 18 gigavatios.
La energía eólica no sólo es limpia, sino también una opción cada vez más accesible, lo que la convierte en una fuente ideal para el Caribe, donde puede ayudar significativamente a resolver la demanda de energía y reducir los costos energéticos.
Una de las nuevas tecnologías que ha comenzado a ganar terreno en el caribe es el hidrógeno verde. Con las instalaciones solares y eólicas en desarrollo en la región, es posible generar hidrógeno verde para proveer a los mercados nacionales e internacionales que buscan alternativas sostenibles. Este recurso es ideal para las industrias que requieren de mucha energía en sus procesos y donde electrificar toda una operación no es práctico o eficiente. De esta manera, el hidrógeno verde, al ser un combustible limpio, se convierte en una alternativa para estos sectores.
Apostarles a las energías renovables en el Caribe no solo es una oportunidad, sino un gran paso para garantizar un desarrollo sostenible y mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Estas fuentes de energía limpia permitirán reducir la dependencia y el uso de combustibles fósiles, al igual que fortalecerán los compromisos de reducción de emisiones de carbono de Colombia.