De acuerdo con el presidente de la ACP, la seguridad energética de Colombia depende de la capacidad del país para equilibrar hidrocarburos y energías renovables.
Se espera que el potencial para desarrollar proyectos energéticos limpios en la región atraiga inversión extranjera, impulse el crecimiento económico local y genere un impacto positivo en la sostenibilidad ambiental.